Admirable y consejero es nuestro Dios

Dios es digno de admirar, es nuestro salvador, nuestro consejero, todo consejo que viene de Él es para bien de cada uno de nosotros. Recordemos que si Él nos aconseja es porque nos ama. No nos olvidemos de esto: su amor es grande por nosotros.

Dios nos ama, y al igual que nuestros padres terrenales, Él no quiere el mal para sus hijos, así que demuestra un amor infinito y sublime, que nadie en la tierra puede mostrar.

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

Isaías 9:6

Este es nuestro Dios, que fue presentado para que la humanidad reconociera de Él, de su camino, y de su gran poder. No hay nadie como Él.

Por eso debemos admirar su poderío y su majestad, demos gloria a Dios por sus grandes obras. Día a día debemos glorificar su santo nombre, de Él recibimos el bien para que podamos seguir avanzando en su santo nombre.

No dudemos que Dios es nuestro mejor consejero, que no hay otro que nos pueda ayudar y mostrar todo lo que no nos conviene. Por eso confiemos en el Señor. Solo en el Señor debemos confiar, no rechazamos sus consejos, porque dichoso y bienaventurado es quien recibe consejo de Dios.

Valoremos este sacrificio que Dios hizo por cada uno de nosotros, recibamos su llamado, escuchemos su voz y demos gracias cada día, porque podemos recibir su grande misericordia.

Él es Dios de paz, altísimo y sublime, príncipe de paz, Dios de amor, misericordioso y grandioso. Demos alabanzas a Él porque Él es Dios consejero y admirable, este es nuestro Dios.

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Bajo su presencia, jamás seremos vencidos
Puesto los ojos en Jesús, nuestro salvador
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