En medio de la desolación estaré confiado

En esta carrera de la vida existen todo tipo de eventos; buenos, malos, de escasez, de abundancia, de enfermedad, de una salud plena, simplemente la vida tiene todos sus momentos y es bueno aprovechar cada uno de ellos y saber dar gloria y honra a nuestro Dios en medio de la desolación y de la alegría, porque en todos estos momentos es que se prueba quienes son verdaderamente siervos de Dios.

La Biblia nos habla de un hombre llamado Habacuc, el cual fue un profeta de Dios en un tiempo donde el pueblo de Judá se había apartado de Dios y Dios los iba a entregar a los babilonios, por eso, en medio de la oración que el profeta hace en el capítulo tres de su libro, ve lo desolada que estaría Judá, de cómo iba a faltar de todo para la nación por el castigo pleno de Dios, y por eso pronuncia las siguientes palabras:

16 Oí, y se conmovieron mis entrañas; A la voz temblaron mis labios; Pudrición entró en mis huesos, y dentro de mí me estremecí; Si bien estaré quieto en el día de la angustia, cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas.

17 Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales;

18 Con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación.

Habacuc 3:16-18

Habacuc sabía la desolación que pronto vendría sobre la nación, sin embargo, él confiaba en el Señor a pesar de todo ello, se alegraba en Dios a pesar de lo que venía, se gozaba, porque sabía que su salvación venía del Dios Todopoderoso.

¿Qué hacemos cuando estamos en medio de la adversidad? ¿Confiamos lo suficiente en Dios? Oh amados hermanos, aunque nos falten los alimentos, ropa, que tengamos una situación económica mala, enfermedad, lo que sea, aún con todo esto tenemos que alegrarnos en el Dios de nuestra salvación, porque Él es nuestra única esperanza y en Él tenemos que esperar y confiar.

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Oración desesperada para cuando nos sentimos lejos de Dios
Sé paciente con tu hermano
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