Desde el inicio del 19 el Salmista comienza a contar las obras y maravillas de Dios, el Creador de todo, quien sostiene todo sobre sus manos, aun la naturaleza anuncia sus maravillas, desde lo más pequeño hasta lo más grande.
El firmamento anuncia la gloria y el poderío de Dios. David siempre estaba exaltando a Dios sobre todo reconociendo todo lo creado por sus manos. Con sus palabras mandó las cosas a ser creadas y fueron creadas.
¿Quién podrá entender sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos.
Salmos 19:12
Las súplicas del Salmista David parten de la exaltación que hacía al Señor, pedía al Señor que le librara de sus errores ocultos. Es bueno decir estas palabras así como este hombre se expresaba, acerca de sus errores delante de Dios «Líbrame de los que son ocultos». ¿Pero podremos decir lo mismo que David dijo en este verso?
Es bueno que cada día podamos reconocer nuestros errores y ponerlos delante de Dios, porque al hacer esto, Dios nos ve como personas humildes y que en realidad queremos seguir en sus caminos.
Preserva también a tu siervo de las soberbias;
Que no se enseñoreen de mí;
Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.
Salmos 19:13
Siempre tendremos a nuestro alrededor cosas que nos quieren atacar para desviarnos de los caminos perfectos de Dios. Por eso este hombre siempre pedía al Señor que le guardara de los malos pensamientos que le llegaban y de la rebeliones que se podrían manifestar. Pero ante estas declaraciones David se sentía que podía ser íntegro delante de Dios.
Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.
Salmos 19:14
Debemos tener cuidado al momento de expresarnos acerca de Dios, porque si nuestro corazón está en tinieblas, hablaremos cosas que no son agradables delante de Dios, y es por eso que este hombre buscaba la forma de que lo que él dijera fueran cosas buenas y no palabras vanas.
Por eso debemos pedirle al Señor que guarde nuestro corazón del mal, que al momento de hablar hablemos palabras de sabiduría, que nuestra meditación sea limpia. No dudes que Dios estará contigo y caminará contigo todos los días de tu vida.