Cuando confiamos en Dios y caminamos bajo su voluntad nos va bien, porque Dios es quien nos limpia el camino para que caminemos sin temor alguno aunque pasamos por ese valle oscuro, porque el Señor nos toma de la mano y camina con nosotros.
Estamos seguros que el Salmista David andaba plenamente confiado en el Dios Todopoderoso, a pesar de todos los enemigos que tenía en su contra, los cuales querían destruirle. Pero de algo sí él estaba seguro y era que el Señor caminaba con él.
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos.
Salmos 32:8
Solo hay uno que nos puede mostrar el camino por donde debemos andar y ese es Dios, el cual nos dice donde hay peligro, y es por esta razón que debemos estar confiados como un león, porque si Dios está con nosotros ¿quién nos hará el frente? Dios es aquel que camina con nosotros y es el que nos ayudara a vencer.
¿Qué debemos hacer cuando no conocemos un camino y es peligroso? Lo correcto es buscar a alguien que sepa a donde lleva ese camino y cuáles son los peligros que hay a su paso. En ese camino oscuro nos puede destruir el enemigo si andamos solos, pero si caminamos de la mano con Dios todo saldrá bien.
No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,
Que han de ser sujetados con cabestro y con freno,
Porque si no, no se acercan a ti.
Salmos 32:9
Es bueno ser sabios y dejarnos guiar por Dios en todo momento, porque Él sabe lo que nos conviene y lo que no nos conviene. Dios conoce todo lo que está a nuestro alrededor. Caminemos confiados en Dios, Él es nuestro ayudador.
