Ovejas del Señor

Un pastor de ovejas tiene gran cuidado de sus ovejas, no solo las alimenta, sino que también las guía, las venda cuando están heridas o lastimadas, las lleva a descansar y morar en pastos verdes. Un pastor simplemente cuida mucho sus ovejas y de esa misma forma Dios nos cuida, nos guía y nos venda cuando estamos lastimados o heridos. Por eso el salmista David dijo: «El Señor es mi pastor, nada me faltará». Es bueno que hoy comprendamos el gran significado que tiene el ser ovejas del Señor y que el Señor sea nuestro pastor.

Jesús dijo:

27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

Juan 10:27-29

A los fariseos y principales de la sinagogas se les hacía imposible creer en las palabras de Jesús, no podían creer que Él era el Cristo o el Hijo de Dios, aun viendo todas las maravillas, milagros y señales que Jesús hizo durante todo ese tiempo. Jesús les dice que ellos no pueden creer porque no son sus ovejas, y por cuanto no son sus ovejas no pueden responder ante la voz de su llamado, aun viendo cosas que nunca vieron.

Dios ha permitido que nosotros estemos en el redil, ¿sabes por qué? Porque somos sus ovejas y hemos oído su voz, hemos respondido a su llamado y Él ha vendado nuestras heridas, nos ha puesto en el camino y nos ha hecho hombres nuevos por su mera gracia.

Nuestro buen pastor nos ha dado vida eterna, es decir, que no pereceremos y que ningún lobo nos puede separar de sus manos, ni el infierno en todo su furor, ¡Nada en absoluto nos puede arrancar de sus manos!

Querido lector, estamos en las mejores manos, y esto significa que podemos estar confiados, sostenidos de la Roca inconmovible que es Cristo Jesús nuestro amado Señor.

...
Tu Palabra guardaré
No te detengas
Compártelo usando uno de los siguientes iconos: