Hoy en día vemos que las personas tienen más amor por el dinero que por Dios, recordemos que el amor al dinero es la raíz de todo mal, pero es bueno que entendamos que todas estas cosas pasarán.
En el libro de Eclesiastés vemos que Salomón exhorta sobre las vanidades, diciendo que todo es vanidad y que todo lo que está bajo el sol es vanidad, dejándonos dicho que todo esto pasará, y es por eso que no debemos amar más lo material que a Dios.
Ninguno puede servir a dos señores;
porque o aborrecerá al uno y amará al otro,
o estimará al uno y menospreciará al otro.
No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Mateo 6:24
Jesús exhortaba sobre las riquezas diciendo que ningún hombre podía servir a dos señores al mismo tiempo, ¿cómo podemos interpretar estas palabras dichas por el Señor? Él les enseñaba a las personas que las riquezas podían provocar una división o convertirse en un dios.
Cuando el hombre está lleno de vanidad y solo piensa en sus riquezas, hasta puede llegar a tener al menos a sus seres queridos o a otras personas a su alrededor, porque en ese mismo momento las riquezas se convierten en un dios para él.
porque raíz de todos los males es el amor al dinero,
el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe,
y fueron traspasados de muchos dolores.
1 Timoteo 6:10
Y es por esta razón que Jesús dice que ninguno puede servir a dos señores al mismo tiempo, porque amará a uno y aborrecerá al otro, esto es muy cierto, porque hay que elegir a cuál servir, pero sabemos que detrás de todas estas cosas que son vanidad y que son pasajeras que tienen ciego al hombre está satanás, el cual brinda todo para que el hombre no pueda servir a Dios, para que se desvíe tras las cosas vanas de este mundo.
