No sepa tu izquierda lo que hace tu derecha

No es de buen gusto andar publicando con bombos y platillos las buenas obras que hacemos, porque todo lo que hacemos debe ser para la gloria de Dios y no para vanagloria de nosotros. Dios no comparte su gloria con nadie.

Cuando Jesús pasaba por las provincias de los lugares donde exhortaba la palabra de Dios veía que cuando los escribas y fariseos ayudaban a alguien lo divulgaban en las calles de aquellas provincias, y es por esto que Jesús dice lo siguiente:

Cuando, pues, des limosna,

no hagas tocar trompeta delante de ti,

como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles,

para ser alabados por los hombres;

de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

Mateo 6:2

Esto de alabarse lo vemos en muchas personas, la cuales se enaltecen de una ayuda que le hicieron a una persona necesitada. Ayudar al prójimo está bien, pero Jesús nos enseña que cuando lo hacemos, no es necesario publicarlo, ya que de cierto tenemos nuestra recompensa por nuestra buena obra.

 Mas cuando tú des limosna,

no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,

Mateo 6:3

Al decir «no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha» se refiere a que la ayuda que hacemos a los demás sea en secreto, debe ser algo entre Dios y tú, y esto lo confirmamos en el siguiente verso bíblico:

para que sea tu limosna en secreto;

y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Mateo 6:4

Dios recompensa en público a aquel que ayuda en lo secreto. Dios mira la obra que el hombre hace en el mundo. Pero también ve lo malo que el hombre hace. No te vanaglories por las buenas obras que haces, sino permanezcan entre tú y Dios porque así como haces bien en secreto, Dios te recompensará en público.

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