Un gran atributo de Dios es la fidelidad, Él no puede negarse así mismo porque es un atributo de Dios como tal, y debemos saber esto, que aunque seamos infieles, Dios permanece siendo fiel. La fidelidad de Dios va más allá de nuestras acciones o de nuestra conducta, Dios es Dios, y cumple todas sus promesas.
Nosotros los seres humanos somos dados a prometer y no cumplir, incluso, a veces hasta nos olvidamos de lo que hemos prometido y lamentablemente eso pertenece a nuestra naturaleza, pero la naturaleza de Dios es totalmente diferente a la de nosotros, cuando Dios promete algo Él no se olvida de lo que ha prometido, tampoco está tan ocupado como para no poner en acción sus palabras. Él es Dios, Dios fuerte y poderoso, el Dios que mostró parte de su poderío al pueblo de Israel.
La Biblia dice:
9 Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;
10 y que da el pago en persona al que le aborrece, destruyéndolo; y no se demora con el que le odia, en persona le dará el pago.
11 Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas.
Deuteronomio 7:9-11
Esto es un pasaje para que el pueblo de Israel nunca olvidase al Dios que estaban sirviendo y de la misma manera es una pasaje para que nosotros conozcamos a este Dios. ¿Cómo podemos conocer que Jehová nuestro Dios es fiel? Si guardamos sus mandamientos y le amamos con todo nuestro corazón así como nos mandan las Escrituras, entonces veremos la poderosa mano de Dios actuando a nuestro favor.
El pueblo de Israel dio testimonio en la Biblia de todas las maravillas que Dios hacía por ellos. Sin embargo, también dio testimonio de la ira de Dios por su desobediencia. Debemos entender que a ese Dios fiel y misericordioso tenemos que servirle con temor y reverencia y guardar sus mandamientos.
Nuestro Dios es poderoso y nunca se olvida de sus hijos.