Cuando hablamos de paciencia, nos estamos refiriendo a que nosotros para todo lo que hacemos debe de ser con amor y dedicación, y no ser como estas personas que se enojan de cualquier cosa, y que no tienen paciencia.
La siguiente cita Bíblica nos dice que nosotros debemos tener paciencia para que el príncipe se aplaque.
Con larga paciencia se aplaca el príncipe,
Y la lengua blanda quebranta los huesos.
Proverbios 25:15
Estas comparaciones y lecciones morales dichas por Salomón, son para aquellas personas que no tienen paciencia en nada de lo que hacen, y que no se detienen y se preguntan ¿estaré yo bien?, sino que siguen con su error, y siguen con esa falla, hasta que no se detengan y analicen no van a salir de su error y no van a conocer que para que todo salga bien hay que aprender a tener paciencia.
Suavidad: para hablar sin pasión ni provocación. “La lengua blanda quebranta los huesos”. El hueso es una sustancia muy dura y sirve aquí de símil, una palabra suave ablanda los ánimos más duros y prevalece sobre los más airados hombres.
Cuando no tenemos misericordia hablamos de una forma para maltratar a otros, y eso sin importar como el otro se sienta. Esto es lo que hacen las personas que no son blandos de lengua.
Podemos entender que cada día nos vamos a encontrar con este tipo de personas, unas que son fuertes y otras que son débiles.
Es importante que nosotros que tenemos la capacidad de hablar con amor y con compasión ayudemos a otros que no son blandos de lengua.
Es bueno que reflexionemos, y que cuando nos dirijamos a una persona, pensemos primero lo que vallamos a decirle, porque por una palabra mal pronunciada el auto estima de esta persona puede caer. Por eso es bueno que tengamos pendiente esto, que Salomón se refería a que en ese tiempo existían personas con ese estilo de vida, y que todavía existen algunos así en la actualidad.