Mientras estaba en un debate biblíco una persona se levantó y dijo lo siguiente: » Dios desechó a Saúl de la salvación», y esto me dejó muy pensativo y estudié nuevamente el contexto de 1ª Samuel capítulo 15 donde nos habla a plenitud de esta historia. Sobre esto encontraremos solo dos opiniones, los que dicen que Dios lo desechó del reinado y los que dicen que Dios lo desechó de la salvación. Para nosotros es muy importante aclarar estos puntos a través de la Biblia ya que muchas personas andan confundidos porque no tienen una respuesta biblica a sus preguntas.
Comenzando con el texto que vamos a considerar, que se encuentra en el primer versículo del capítulo 15 de 1ª Samuel:
Después Samuel dijo a Saúl: Jehová me envió a que te ungiese por rey sobre su pueblo Israel; ahora, pues, está atento a las palabras de Jehová.
Israel había pedido un Rey a Jehová porque querían ser como las demás naciones (1ª Samuel 8:5) y Dios constituyó a Saúl como Rey de Israel. A pesar de que Saúl iba a ocupar este puesto tan importante, esto no quería decir que Saúl podía hacer con Israel como quisiera, sino que se tenía que someter a la palabra de Jehová.
Versos 2 y 3:
Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo castigaré lo que hizo Amalec a Israel al oponérsele en el camino cuando subía de Egipto.
Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aún los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos.
La orden de Dios siempre es clara, y el mandato fue el de terminar con todos los hombres, mujeres y niños, así como también el ganado. Dios nunca le dijo que hiciera como le pareciera, sino le dio una orden específica que tenía que cumplir al pie de la letra, por eso le Dios le dijo a Saúl en el versículo uno que estuviera atento a la palabra de Jehová. Es nuestro deber estar atentos a todas la palabra de Dios para hacer como él nos dice. No podemos pretender tener mejores planes que los de Dios, puesto que nuestros planes pueden tener debilidades y pueden fallar, sin embargo, los planes de Dios son perfectos y siempre obtienen la victoria.
Verso 7,8 y 9:
Y Saúl derrotó a los amalecitas desde Havila hasta llegar a Shur, que está al oriente de Egipto.
Y tomó vivo a Agag rey de Amalec, pero a todo el pueblo mató a filo de espada.
Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir; mas todo lo que era vil y despreciable destruyeron.
Saúl pudiera parecer como un hombre bondadoso que ha tenido gran misericordia por dejar vivo al rey de Amalec y parte del ganado para ofrecer sacrificio a Jehová por esta gran victoria. Sin embargo, se mostró como un hijo de desobediencia por no cumplir el mandato de Dios. Jehová siempre será fiel en aquellas cosas que nos promete (2Timoteo 2:13) y lo podemos ver a través de esta historia, ya que a pesar de la infidelidad de Saúl, Dios le entregó la Victoria sobre el pueblo de Amalec.
En los siguientes versos podemos leer la conversación entre Dios y Samuel sobre esta desobediencia de Saúl:
Versos 10 y 11:
Y vino palabra de Jehová a Samuel, diciendo:
Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella noche.
En el verso 13 podemos leer cuando Saúl llega y da la noticia a Samuel:
Vino, pues, Samuel a Saúl, y Saúl le dijo: Bendito seas tú de Jehová; yo he cumplido la palabra de Jehová.
Saúl dice que cumplió la palabra de Jehová, sin embargo, Saúl no cumplió completamente el mandato, sino que dejó vivo al rey de Amalec y parte de su ganado como si él fuera superior a Dios para quebrantar sus órdenes.
Entonces en los versos 22 y 23 podemos encontrar nuestra respuesta al tema:
Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.
Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.
El verso 23 dice claramente «te ha desechado para que no seas rey». En ninguna parte se está excluyendo a Saúl de la salvación, sino que el Dios que da la vida, que la quita, el Dios que da riquezas, el Dios que empobrece, el Dios que todo lo puede, el Dios que pone y quita reyes en su infinita soberanía destituyó a Saúl del reinado sobre el pueblo de Israel. Sí, Saúl cometió una desobediencia a Dios, y esta desobediencia puede influir en su salvación. Pero está la oportunidad de arrepentirse de ese pecado, mas lamentablemente fue desechado para ser rey. Y ese es el punto en esta historia, Saúl fue desechado para que no sea rey.
Este ha sido nuestro análisis sobre este tema que muchos han interpretado de dos formas diferentes. Esperamos que de una manera u otra usted haya podido ser edificado con este artículo.
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